Mientras observo por la ventana de un vehículo
que me lleva a mi destino
me surgen pensamiento en los cuales
protagonizas cada uno.
¡Que las rosas son hermosas!
Eso lo sé de más,
pero no comparo su belleza con la tuya
porque a diferencia la tuya no se marchita al
final del día.
Por más cálido que esté el día
si te veo siento que la temperatura baja,
eso es algo que aunque quiera
no te lo sabría explicar.
Quiero ser un payaso
para sacarte una sonrisa en los días tristes.
Quisiera regalarte una casita cobijada de
zinc
para cuando quieras dormir escuchando la
lluvia caer.
Ya estoy llegando a mi destino,
pero cuando viaje otra vez
tú me acompañaras en el camino
protagonizando cada historia que surja en mis
pensamientos.