Salí por los trillos
solitarios del campo sin un rumbo en específico, como si fuese un velero
dirigido por el viento. Conversando con mi mente… - ¡Como cambian los tiempos! ¡Y pensar que esto antes era
muy habitado! – me dije en voz baja, mientras veía el frio de la mañana
reflejado en neblina.
El día había empezado a
nacer y entre las montañas se escuchaba el eco de unos martillazos, como si se
tratase de la construcción de un bohío.
¡Ah! ¡Ese humo de fogón
que se eleva!
Cuando niño solía andar
estos caminos para llevarle el desayuno a mi abuelo, que desde la madrugada se
iba al conuco, sin importar si llovía o soleaba.
A veces me siento melancólico a ver tantas cosas que me traen tantos recuerdos.
¡Ese árbol de naranjas
borrachonas, del cual buscaba para llevar a la escuela!
¡Si! ¡La escuela!
¡Recuerdo lo alegre que
estaba mi primer día de clases!
El cuaderno y la mochila
que me compro mi padre…
Un primo fue el que me
llevo a la escuela ese día.
¡Tenia clases a las una
de la tarde y yo a las once de la mañana ya estaba listo!
Ese día fui al río a las
nueve de la mañana para cargar agua y llenar las tinajas, aprovechando el
último viaje para bañarme.
Cuando se hicieron las
doce del medio día ya yo estaba preocupado porque mi primo no pasaba a
buscarme…
¡Y por fin llegó mi
primo a las doce y veinte!
Caminamos mucho para
llegar a la escuela, pero al fin llegamos.
Al principio tuve un
poco de miedo en el aula, pero mi profesora y mis compañeros me hicieron sentir
a gusto. En el recreo me dedique a subir y bajar los escalones del recinto con
algunos de mis nuevos compañeros. Las clases terminaron a las cinco de la
tarde, recuerdo que todos salimos de la escuela formados en filas.
Mi primo me llevó de
regreso a casa de mis abuelos. Ya se estaba aproximando la noche oscura.
¡Como cambian los
tiempos!
Mi deseo de encontrar la
razón del por qué muchos valores humanos se pierden es fuerte, pero al parecer
mis esfuerzos no son suficientes.
Aunque los tiempos cambien siempre hay valores positivos que recordamos y asi agradecidos tratamos que los que siguen sean mejores con la constribuicion del buen vivir y en esfuerzo que hacemos para que las cosas mejoren, aunque nuncas habra ciertas respuestas a ciertas interrogantes que nos hacemos desde el mismo fondo del alma y que se va con nosotros.
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