Hay que disponerse, actuar para lograr un objetivo. El
que se propone algo y no actúa para lograr lo que se propuso es como el que se
sienta a esperar el final de lo que nunca tuvo inicio.
¿Quién paralizará el tiempo para reanudarlo cuando esté
listo para actuar?
Hay que tomar cada segundo para tomar buenas decisiones.
Que cada segundo que Dios nos dé sea de bendición porque
cada segundo que vivimos tiene un propósito.
Más valioso que el oro es el tiempo, pues no regresa cuando se va.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario