Era
indescriptible el temor que sentía al andar por aquella sombría
senda entre montes que aun a la plena luz del sol ardiente de las
doce del día causa temor la oscuridad que se observa en el interior
de los montes y las rocas agujeradas que se encuentra a los lados de
determinados segmentos del camino. Dicen que el miedo se lo crea uno
mismo, pero hay factores que lo producen sin uno tener control sobre
ellos aunque sea momentáneamente. Cuento que mientras caminaba
varios pensamientos de temor me visitaban en mis pensamientos cuando
de repente escuché un sonido
que venia de entre los arboles que me quedaban del lado derecho, era
como un pisoteo de hojas secas y que se escuchaba que venia hacia mí.
Sentí una sensación
escalofriante que me hizo reaccionar de manera que salí corriendo
para salir al otro extremo de la senda y llegar a la casa de una
familia que vivía a pocos metros después de salir de aquel camino.
Mientras corría seguía escuchando aquel sonido y en una de las
ojeadas que alcance a dar hacia atrás vi como una sombra terrorífica
que parecía caminar en cuatro patas cruzaba de entre los arboles del
lado derecho al monte del lado izquierdo, el resto del camino que me
quedaba por recorrer para llegar a la casa mas cercana que me quedaba
casi no lo recuerdo, fue como si en fracción de un parpadeo hubiese
llegado a aquel hogar que inmediatamente salió
a mi encuentro el señor de la casa al ver mi agitación y al que
casi ahogándome le dije que una horrible criatura me estaba
persiguiendo. En aquel hogar estuve un largo rato contándole a
aquella familia lo que me había sucedido mientras me calmaba y para
mi sorpresa cuando ya casi me iba llego a la casa Toby (un perro que
poseía aquella familia), que salía
de entre los montes de aquella senda.
y como dice un viejo dicho, mirar antes de hablar, y poniendo un ejemplo de esta historia, mirar antes de ponerse a correr. jejeje
ResponderBorrar¡Así es! :)
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