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viernes, 18 de abril de 2014

El oportunista

Sucede que un señor que no había podido encontrar trabajo en la ciudad que residía se mudó a una zona rural muy poblada en donde sus habitantes no estaban muy familiarizados con las nuevas tecnologías, de hecho los únicos aparatos tecnológicos que se podían observar entre los moradores de aquella localidad eran el radio, la televisión y unos pocos poseían teléfonos celulares que solo cumplían la función de hacer y recibir llamadas y mensajes de texto, un teléfono celular que tuviese una cámara VGA era algo increíble para ellos. En aquella zona rural había una pequeña escuela que impartía clases de inicial y básica, pero carecía de algún centro de salud cercano.

A sabiendas de esto, el nuevo vecino decidió ir a la ciudad en la cual residía a aprender cosas básicas de medicina como cocer heridas, poner inyecciones, tomar la presión, entre otras cosas, luego compró algunos materiales médicos y contrató un servicio de Internet mediante banda ancha y aunque no era medico decidió hacer un pequeño consultorio de primeros auxilios junto a su casa.

El consultorio era visitado por toda persona que residía en aquella zona cuando tenían alguna dolencia física a causa de alguna enfermedad o herida, pues el nuevo vecino no les cobraba tanto y en la mayoría de los casos lograba aliviar el dolor de sus pacientes ya fuese con medicamentos de venta libre o remedios caseros.

El nuevo vecino no tenía conocimientos para determinar la causa o las posibles causas de los malestares que sentían las personas que recurrían a él, lo que el nuevo vecino hacía era que mientras la persona le describía los síntomas él los buscaba mediante un buscador en Internet utilizando la computadora portátil que había puesto en su escritorio y según los resultados de su búsqueda determinaba la posible o definitiva causa de los síntomas que presentaba la persona y a partir de ahí procedía a dar las indicaciones dependiendo de las recomendaciones que se indicaban en la página web a la que lo llevaba el motor de búsqueda. Si en la página web se describían los síntomas como consecuentes de una enfermedad grave el nuevo vecino le decía a la persona que su consultorio no estaba preparado para darle atención a ese tipo de enfermedad, entonces le recomendaba visitar un centro médico de la ciudad que estuviese más especializado; y lo mismo hacía cuando se trataba de casos de partos.

Aunque el nuevo vecino no cobraba un alto precio por las consultas consiguió hacerse de un gran capital monetario debido a que las consultas eran continuas y aunque en realidad no poseía muchos conocimientos sobre medicina, era visto por las personas de aquella localidad como el médico de la zona.

La acción del nuevo vecino se podría cuestionar, pero de igual forma se podría justificar, ahora bien, lo que sí se puede asegurar es que cuando alguien posee un conocimiento por encima del resto, por más simple que sea, puede ser utilizado por su poseedor en pos de su propio beneficio.

2 comentarios:

  1. Hola Joaquin,

    Vengo por tu propia recomendación, y la verdad es que me ha encantado, un tema muy actual cercano al tema de si la tecnología nos quita el trabajo pero con un final mucho mas social, más humano.

    Gran trabajo amigo.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias Jorge!

      Me alegra mucho saber que te gustó esta pequeña historia.

      ¡Saludos!

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