La
entrega del docente pasa por tres etapas:
Ilusión:
Es cuando el docente llega como principiante a
la escuela, que normalmente llega motivado debido a la confianza que
posee de sí mismo, cree que lo sabe todo y que todo le saldrá
excelente.
Desilusión:
Es cuando el docente ve que todo empieza a
salir mal y la situación se le torna dificultosa, todo lo contrario
a lo que él pensaba.
Re-ilusión:
Es cuando el docente toma la desilusión
como razón de motivación viéndola como una experiencia que tenía
como función prepararlo mejor que cuando él pensó estarlo, a
partir de aquí es cuando se entrega más a la comunidad educativa y
a la sociedad. Se siente agradecido de la desilusión y entiende que
no hay fracasos sino malos momentos que tienen como propósito
enseñar la forma de superarlos en caso de que se vuelvan a
presentar.