Tanto el hombre como la mujer poseen
debilidades y fortalezas. Esas debilidades y fortalezas representan un
equilibrio dentro de una relación que tenga lugar entre ambos sexos. Las
fortalezas de uno están para suplir las debilidades del otro.
En una relación, el hombre y la mujer son
similares a unas muletas que sostienen a un cuerpo que necesita de ambas para
desplazarse de un lugar a otro.
La unión crea una fuerza de resistencia
constante mientras haya colaboración entre sus partes.